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martes, 16 de septiembre de 2014

LEYENDAS ECUATORIANAS I - LA DAMA TAPADA


La Dama Tapada. 
Leyenda esta de la ciudad de Guayaquil, República de Ecuador, comienza a escucharse y a ser popular hacia el siglo XVIII. 
De acuerdo a la tradición, se narra que este ser se aparecía a los "tunantes" o trasnochadores que se quedaban hasta las horas de la madrugada, saliendo de alguna fiesta o celebración. La dama en cuestión asomaba de pronto por algún callejón de la antigua ciudad, por Velería o el Descomulgado, o La Encrucijada, tomando luego la calle Junín...Siempre delante del admirador incauto que trataba de igualar su inalcanzable andar, pareciendo "flotar" sobre el suelo, aminorando la velocidad y emocionando más al hombre iluso que aumentaba su paso, creyendo vanamente poder alcanzarla...
La emoción era mayor para el galante perseguidor, ya que la dama caminaba grácilmente, incitando con sus sensuales movimientos y dejando tras de sí un suave aroma a perfume de violetas y nardos. Esa era la invitación, y también la perdición....
De cuando en cuando, la dama dejaba ver partes de su hermoso y juvenil rostro, quizá un ojo que llamaba y estimulaba al incauto, quizá unos labios que llamaban a ser besados....
Y así cuadras y cuadras caminando en una ciudad dormida....Curiosamente, nadie más parecía sentir esa presencia, ni siquiera los encargados de las rondas nocturnas o los serenos. Todo quedaba entre el perseguidor  y la Dama Tapada...
Y pasaba lo inevitable....La dama inalcanzable se detenía de manera sorpresiva, viraba hacia el incauto perseguidor y levantándose el velo que hasta hace poco cubría su rostro, le mostraba toda la belleza y finura...
El hombre escogido (eso hay que especificar, ella escogía quién debía seguirla), quedaba maravillado al observar lo que quería ver, al ver lo que tenía por seguro encontraría en esa Dama Tapada.....
Esa celestial visión duraba segundos apenas, ya que poco a poco, el bellísimo rostro de la mujer iba como desintegrándose, desapareciendo, derritiéndose hasta convertirse en restos de tejido putrefacto, los cuales despedían nauseabundos olores que reemplazaban finalmente a los exquisitos aromas de hacía minutos apenas...

La aparición se daba media vuelta y seguía su andar, hasta que llegaba a una antigua casa que había sido propiedad de un tal sr. Matute, situada en el callejón del Mate....
Imaginémonos cómo quedaba el perseguidor...Testigos contaban haber encontrado hombres medio muertos de miedo, medio locos del susto, medio entre este y otro mundo, quizá otras dimensiones inexplicables....

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