EL LAGARTO GUÁSINTON
Así se llamaba aquel lagarto gigantesco, mitad realidad mitad leyenda, bautizado por algún anónimo con el nombre amontubiado del célebre general y primer presidente de EEUU. Protagonista de innumerables hechos de emoción y suspenso, en uno de los cuales perdió la pata delantera derecha, poco a poco fue calando en el imaginario popular y siendo mitificado hasta el punto de creer que cuando Guasinton desaparecía por un tiempo, muchos imaginaban que iba a ser un año seco y falto de lluvias.
Por lo general no perdonaba presa caballar o vacuna pero si ya cobraba su "impuesto", que era seleccionado por los mismos campesinos y hacendados locales, los que transitaban con su ganado por los ríos podían viajar tranquilos. Pero en épocas de hambruna, el saurio se convertía en una terrible fiera, acechando a humanos incautos y hasta volteando canoas para devorar a los viajeros.
Ese proceder era temporal, ya que Guasinton volvía a su habitual tranquilidad y hasta acompañaba a los pescadores en sus faenas diarias.
Y todo hubiera seguido el ritmo normal y rutinario si el gigante no devoraba al perro preferido de un hacendado de la región, don Macario Arriaga, quien luego del hecho y aunque siempre tuvo un gran respeto hacia Guasinton, organizó una partida de caza integrada por más de 12 hombres armados, entre voluntarios y especialistas en la cacería de lagartos.
Guasinton fue acorralado en un sitio que él tenía por costumbre usar para sus descansos, un pequeño pero profundo brazo de estero, que fue bloqueado para que no pudiese escapar. La treta funcionó bien, pero el gigante se defendió matando de un coletazo a uno de los cazadores, de apellido Carriel y quien era considerado como uno de los mejores en su oficio. Intentó clavarle un gran cuchillo, sin embargo el gigante se movió con agilidad y pudo dar cuenta del cazador.
Parecía que Guasinton iba a escapar, sin embargo el mismo animal decidió su suerte, al salir de su inexpugnable posición bajo el agua, para arremeter contra el grupo de cazadores en la orilla. Pudo abalanzase contra otro de sus enemigos, llevándose una de las piernas del humano.... Pero ya el grupo estaba listo y sobre el lagarto dispararon una lluvia de balas, ocasionando la inevitable muerte del mítico lagarto.
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